JOHN STUART MILL: ÉTICA UTILITARISTA
La declaración canónica del utilitarismo de Mill se puede encontrar en su libro El utilitarismo. Esta filosofía tiene una larga tradición y la aportación de Mill está influenciada principalmente por Jeremy Bentham y su padre James Mill. El utilitarismo se construye sobre la base del consecuencialismo, es decir, los medios se justifican basándose únicamente en el resultado de dichas acciones.
La cantidad cualitativa de felicidad por la que Mill abroga echa luz sobre su cantidad presentada en Sobre la libertad. Mill sugiere en ese texto que la utilidad tiene que ser concebida en relación con la humanidad "como un ser progresivo", que incluye el desarrollo y el ejercicio de la capacidad racional por los que nos esforzamos por lograr un "modo de existencia superior". El rechazo de la censura y del paternalismo busca proporcionar las condiciones sociales necesarias para el logro de conocimientos y la mayor capacidad para el mayor número posible de hombres de desarrollar y ejercer su capacidad racional y deliberativa.
Principio de utilidad de Mill
La famosa formulación de Mill del utilitarismo se conoce como el «principio de la mayor felicidad» («greatest-happiness principle») o «principio de utilidad». Sostiene que uno debe actuar siempre con el fin de producir la mayor felicidad para el mayor número de personas, dentro de lo razonable. La mayor contribución de Mill al utilitarismo es su argumento para la separación cualitativa de los placeres.
Bentham trata a todas las formas de felicidad como iguales, mientras que Mill sostiene que los placeres intelectuales y morales son superiores a las formas más físicas de placer. Mill distingue entre felicidad y satisfacción, afirmando que la primera tiene mayor valor que la segunda, una creencia ingeniosamente encapsulada en la afirmación de que «...es mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho; mejor ser Sócrates insatisfecho que un necio satisfecho. Y si el necio o el cerdo tienen una opinión diferente es porque solo conocen su propio lado de la cuestión.»