JOHN LOCKE: ÉTICA Y POLÍTICA
Locke no nos ha dejado ningún escrito sobre la moral en sentido estricto. Sabemos por el "Ensayo sobre el entendimiento humano", que era partidario del carácter racional de la ética, pues afirmaba que no se puede proponer ninguna regla moral de la que no se tenga que dar razón, que la razón de tales reglas debería ser su utilidad para la conservación de la sociedad y del bienestar público, y por lo tanto, que en la disparidad de las reglas morales seguidas en los diferentes grupos en que se divide la humanidad, habría que aislar y recomendar las que se manifiestan verdaderamente eficientes para llevar a cabo este objetivo.
En su "Ensayo sobre el entendimiento humano" afirma que las ideas morales derivan de la experiencia sensible, pero las relaciones entre estas son de tal envergadura que "la moralidad puede ser demostrada, lo mismo que la matemática". Las proposiciones de la moral pueden ser captadas como verdades indudables mediante un mero examen de los términos que contienen y las ideas expresadas por esos términos. ¿Cuáles son los términos morales claves? Lo bueno y lo malo. Bueno es lo que causa placer o disminuye el dolor, malo es en este sentido, lo que causa dolor o disminuye el placer. El bien moral es la adecuación de nuestras acciones a una ley cuyas sanciones son las recompensas del placer y los castigos del dolor, por lo que podemos entender que está influenciado por el placer catastemático epicúreo. Pero según este punto Locke los juicios morales se basan en un examen racional de los conceptos morales.
Fraile defiende que para Locke la norma general es que hay que procurar el bien y evitar o apartarnos del mal. El bien, es lo agradable, lo útil y lo que causa placer; el mal en cambio es lo desagradable y dolorosos. El fundamento de la actividad moral es la tendencia a conseguir el propio bienestar.
Moralmente, el bien o el mal se definen por orden a una ley, que determina una sanción de premio o de castigo.
"No es otra cosa que la conformidad o la oposición que se encuentra entre nuestras acciones y una cierta ley, conformidad u oposición que nos atrae hacia el bien o nos aparta del mal por la voluntad y potencia del legislador: y este bien y este mal no es otra cosa que el placer o el dolor que, por la determinación del legislador, acompañan la observación o la violación de la ley; esto es lo que llamamos recompensa o castigo". Locke, Ensayo sobre la ley de la naturaleza. Hay tres clases de leyes:
a) La ley divina: que nos exige la obediencia a la revelación y a los preceptos de la naturaleza.
b) La ley civil: exigida por el legislador, que define lo inocente o lo culpable.
c) La opinión pública: formulada por los filósofos, que define el vicio o la virtud. A continuación me voy a centrar en el análisis de la ética de Locke que realiza J.C.García Borrón. Podemos decir que para Locke en la elaboración de las ideas de bien y de mal influye el ambiente del tiempo y las costumbres de los distintos países. Locke otorga desde el primer momento mucha importancia a los principios prácticos. El libro I del Ensayo sobre el entendimiento humano está dedicado a la crítica de las nociones innatas. Su primer capítulo considera los principios innatos en general aunque se refiere a los especulativos. En el capítulo siguiente defiende la tesis de que no hay principios innatos y en el tercero se ocupa de la idea de Dios, negando el carácter innato del precepto que dice que hay que obedecer a Dios. Al abordar el tema general de los principios prácticos afirma: "los principios prácticos quedan lejos de ser universalmente acogidos y será difícil presentar una regla moral que pretenda tener un asentimiento inmediato general. Los principios morales no son innatos".