ÉTICA DEL FEMINISMO
A lo largo de la historia de la ética occidental, el estatus moral de las mujeres ha sido un tema de discusión persistente, aunque rara vez central. Unas cuantas voces aisladas han defendido que ellas son pares morales de los hombres, pero la mayoría de las figuras dominantes dentro de la tradición ha dado argumentos ingeniosos para justificar la subordinación de las mismas. A pesar de la historia de esta controversia, la expresión ética feminista no se acuñó sino hasta los años 80, luego de que la segunda ola se había adentrado en las academias estadunidenses -y en menor medida en las de Europa occidental- a través de un conjunto crítico de filósofas para quienes el estatus de las mujeres era una inquietud ética importante. El surgimiento de esta expresión no solo puso en evidencia que era indispensable prestar atención a las mujeres y al género para comprender de forma adecuada muchas cuestiones propias de la ética práctica, sino que además reflejó la creencia reciente de que la subordinación de las mujeres tiene consecuencias profundas en la teoría ética, las cuales hasta entonces habían sido ignoradas.
La teoría ética feminista se distingue por explorar las formas en las cuales la devaluación cultural de las mujeres y de lo femenino se refleja y se racionaliza en los conceptos y métodos centrales de la filosofía moral. No todas las filósofas feministas están convencidas de que dicha devaluación demerita en gran medida la teoría ética occidental; por el contrario, algunas proponen que una u otra de las teorías existentes -quizá con algunos ajustes- es adecuada para abordar las inquietudes éticas feministas. No obstante, muchas otras defienden que la teoría ética occidental tiene un fuerte sesgo masculino. Aunque en ocasiones no están de acuerdo entre sí con respecto a la naturaleza de este supuesto sesgo o en cuanto a las alternativas existentes, su obra se caracteriza por prestar atención a ciertos temas recurrentes. Este ensayo, entonces, da seguimiento a la evolución de dichos temas y de ese modo ofrece una reconstrucción crítica del desarrollo de la teoría ética feminista occidental.