EPICURO: EL EPICUREÍSMO
Es un movimiento que abarca la búsqueda de una vida feliz mediante la búsqueda inteligente de placeres, la ataraxia (ausencia de turbación) y las amistades entre sus correligionarios. Fue enseñada por Epicuro de Samos, filósofo griego del siglo IV a. C. (341 a. C.), el cual fundó una escuela llamada Jardín y cuyas ideas fueron seguidas por otros filósofos, llamados "epicúreos" .
Doctrina
La física epicúrea sostenía que todo el universo consistía en dos cosas: materia y vacío. La materia está formada por átomos, que son cuerpos diminutos que solo tienen las cualidades inmutables de la forma, el tamaño y el peso. Se consideró que los átomos no cambiaban porque los epicúreos creían que el mundo estaba ordenado y que los cambios debían tener fuentes específicas y consistentes. Epicuro sostiene que debe haber un suministro infinito de átomos, aunque solo un número finito de tipos de átomos, así como una cantidad infinita de vacío.
El placer y el sufrimiento
Epicuro afirmó que es bueno todo lo que produce placer, pues el placer, según él, es el principio y el fin de una vida feliz. Pero para que el placer sea real debe ser moderado, controlado y racional.
Él definió el placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo y la tranquilidad del alma. Para el epicureísmo, lo malo es todo aquello que le produce dolor al ser humano. Son las cosas que nos hacen o nos afectan en el sentido espiritual y corporal, Epicuro señaló que el placer no tiene que ser necesariamente un placer sexual, sino también algo que nos produzca placer el hacerlo, como: respirar tranquilamente en el campo o tomar helado, pero sobre todo los placeres espirituales como la música de calidad o un buen libro también.
El ser humano está compuesto de cuerpo y alma, y los placeres del alma son superiores a los del cuerpo. En su opinión, la paz interior puede alcanzarse al reducir las necesidades del cuerpo y acabar con las inquietudes y temores. La ética epicúrea dice que para vivir una vida feliz, es muy importante superar el miedo a la muerte; Epicuro dijo "La muerte no nos concierne, pues mientras existimos, la muerte no está presente y cuando llega la muerte, nosotros ya no existimos"
Los placeres naturales y no naturales
Para Epicuro, los placeres y sufrimientos son consecuencia de la realización o impedimento de los apetitos. Epicuro distingue entre tres clases de apetitos, por tanto placeres:
- Los naturales y necesarios, como alimentarse, abrigo y el sentido de seguridad, que son fáciles de satisfacer.
- Los naturales pero no necesarios, conversación amena, gratificación sexual.
- Los no naturales ni necesarios, la búsqueda del poder, la fama, el prestigio, dinero.